Me dejó unos discos en el placard, un reloj de plata y un samurai, cantaban Fito y Luis en «Parte del aire», y al igual que con el tema mencionado de Charly aquí, estas palabras se esparcieron por la atmósfera (hasta la estratosfera); como las pelusas de los árboles plantados por Sarmiento que florecen en la primavera (y le dan alergia a todo el mundo), ellas flotaron En el Aire y se metieron por las vías respiratorias de estos pibes, y ya son parte de ellos, parte de los Bándalos Chinos.

por Leandro A. Navarro

Con este EP, Bándalos Chinos afianza y consolida su sonido indie pop moderno, en el que combinan melodías suaves, una base pesada y hábil sobre una especie de nube de sonidos surgidos de los sintetizadores que realzan la voz sedosa y armoniosa de Goyo Degano en las letras, que no son tan directas y escapan del estereotipo de la letra pop.

Con solamente cinco temas, En el Aire transita muchos paisajes distintos. En «Veccar» (juego de palabras con el nombre de la banda y la ciudad de la que son oriundos), en donde el tema arranca con un aire a «Money for Nothing», de Dire Straits, los Bándalos arman un homenaje al barrio que los vio crecer, sin miedo a soltar el pasado y enfrentarse cara a cara con un futuro lleno de promesas.

«Isla», tema inspirado en el cuento “La isla a mediodía” de Julio Cortázar, y «Dije tu nombre» explotan el costado más disco de la banda, en el que se nota la influencia de bandas como Phoenix y Daft Punk, haciendo que las canciones más crípticas sean un tema bailable.

Bándalos Chinos nos entrega un disco que, cuando lo escuchás por primera vez, se nota cierta coquetería y pretensión. Detrás de eso hay sinceridad, una calidad sonora muy fina y un manejo emocional muy transparente. El disco transmite la energía de una banda ambiciosa que crece cada día más y más.