El momento es AHORA

El pasado domingo 23 de septiembre, se realizó la tercera edición del Festival Ahora en Ciudad Cultural Konex. Esta vez, con una grilla integrada únicamente por bandas con mujeres al frente, y en medio de una semana en la que se presentó un proyecto de ley por el cupo femenino obligatorio en los festivales. ¿Qué conclusiones sacamos luego de presenciar este festival y cuáles son los principales interrogantes que nos deja esta ley?

por Laila Mason

Fotos: Adrián Aguirre

¿A qué destino temés? Nada está realmente escrito

En un año y en un momento particular de la historia en el que la mujer está yendo por la conquista de sus derechos en todos los ámbitos, el debate por la paridad viene cobrando fuerza en la escena musical argentina.

En febrero de este año, 45 de los eventos musicales más importantes de Europa y EE.UU acordaron que sus grillas debían estar conformadas por, al menos, un 50% de mujeres antes de 2022.

La lucha por la paridad llegó también a Latinoamérica y, durante ese mismo mes, un análisis de Rock And Ball dejó al descubierto lo que todos sabíamos, sólo que ahora puesto en cifras: en la edición 2018 del Cosquín Rock, el festival más importante a nivel nacional, apenas un porcentaje menor al 5% fue de músicas mujeres.

Desde la Campaña Más Músicas en Vivo se impulsó recientemente el proyecto de ley que pide un piso del 30% de mujeres en “toda actuación que convoque tres o más agrupaciones musicales, en una o más jornadas, en ciclos y en programaciones anuales, privadas o estatales”.

Si bien muchas veces pareciera que lo que está establecido ya no se puede cambiar, estos últimos meses han sido la prueba de que en estos tiempos nada está realmente escrito, y si no estás preparado para afrontar los cambios que ya sucedieron y que se siguen gestando, mejor ajustate bien el cinturón porque no hay vuelta atrás.

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Fuego a todo lo que no nos deja ser

El Festival Ahora vino a proponernos este año acoplarnos al cambio de paradigma. Luego de dos ediciones fructíferas, la tercera llegó con la decisión de la productora Damasco de incluir en su line-up únicamente bandas que contaran con mujeres a la cabeza. Si cualquiera que transite la escena emergente de nuestro país sabe y conoce de sobra bandas que estén lideradas por estas, la pregunta siempre resulta la misma: ¿por qué la decisión de las grandes productoras de nunca cederles un lugar?

El domingo 23 de septiembre, el Konex se vistió de verde y de militancia femenina para hacer urgentes los reclamos de un sector que se cansó de ser el oprimido. Desde temprano en la primera tarde primaveral del año, el local del barrio del Abasto albergó a más de diez artistas de diversos estilos, intercalando entre la sala de las columnas y el patio.

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Sof Tot abrió su espectáculo envuelta en una pollera con los colores de la bandera del movimiento LGBTIQ, mientras que suavemente repetía en una de sus letras: soy más que hace una hora. Lo que deseo va tomando forma en mí, en lo que creo que me convierto. A su vez, como más tarde replicarían la mayoría de las artistas, pidió por más músicas en los festivales y aclaró que le gustaría que no se tenga que llegar a hacer un festival exclusivo de mujeres para que se las escuche, aunque está segura de que se va a lograr lo que deseamos.

Lo que nos lleva a cuestionarnos: ¿qué es precisamente lo que deseamos? ¿Que los hombres dejen de tener por un tiempo el protagonismo absoluto en la mayoría de los espacios para artistas? ¿Queremos más bandas con referentes femeninas a la cabeza o queremos bandas que estén integradas exclusivamente por ellas? ¿Por qué tiene más relevancia la mujer como cabeza de un grupo y todavía es poco común que veamos guitarristas, bajistas y bateristas femeninas? ¿Se considera que somos menos valiosas por nuestros genitales?

Celsa Mel Gowland, Barbi Recanati, Brenda Martin,Mavi Diaz.jpg

Que incluso hoy, en 2018, tengamos que tomar como normal un pedido por paridad entre el sexo femenino y el masculino nos hace replantearnos cuántos de nuestros espacios todavía tienen implantados los prejuicios que se encargaron de imponernos desde siempre. La respuesta es contundente y una sola: todos. Pero así también lo es nuestra réplica: nuestro lugar dejó de ser entre la sombra de algún hombre que nos quiera ceder un poco de lo suyo. Hoy la conquista por lo que no deberíamos ni siquiera reclamar nos hace más fuertes, porque entre nosotras estamos cada vez más unidas y a este grito ya no lo pueden silenciar. Nuestra mente en llamas, arde y va a prender: fuego a todo lo que no nos deja ser.

Despertarnos a una realidad común

Desde que las puertas del Konex se abrieron, Mavi Díaz y varias representantes de la Campaña más músicas en vivo mantuvieron alzados carteles pidiendo por la consigna mencionada. Esa misma semana, un conjunto de músicas con Celsa Mel Gowland a la cabeza, presentó un proyecto de ley para que se establezca un cupo femenino con un piso del 30% en los festivales. Consultada al respecto, Celsa nos comenta que el órgano de aplicación de la ley será el Instituto Nacional de la Música, quien, así como fiscaliza el cumplimiento del Art. 31 de la Ley Nacional de la Música 26.801 (aquel que dice que por cada artista extranjero que toque en el país debe haber un número de apertura nacional) será el encargado de hacer que la ley se cumpla. El INAMU creará su propio reglamento al respecto de la aplicación de sanciones y/o multas. “Creemos que las provincias y municipios apoyarán, y a medida que se haga visible todo el talento femenino, la industria musical se verá beneficiada. Las mujeres queremos que escuchen nuestras visiones del mundo y el público femenino cada vez más quiere escucharlas, porque sin duda ven reflejadas en esas voces sus propias vivencias. Ganará la cultura, la música y la sociedad”.

Por su parte, Mavi agrega que “la Ley va a hacer que los programadores tengan que escuchar nuevas propuestas y eso ya es una ganancia cultural, porque no se trata sólo de números, sino de calidad. Nosotras mismas en nuestras recorridas por los escenarios donde hay bandas de mujeres estamos descubriendo artistas que merecen estar en cualquier festival top de Argentina y del mundo”.

Desde la producción del evento, Mauricio Tovar, uno de sus organizadores, responde acerca de por qué decidieron que esta sea una edición exclusivamente con mujeres al frente: “El Festival Ahora es un festival de actualidad, que busca resaltar aquellas propuestas que se encuentran latentes y acercarlas a un público que busca eso, descubrir cosas nuevas. En esta ocasión consideramos que el Ahora es femenino, que en este momento lo más actual y original (y necesario) era hacer un festival 100% femenino”. Y agrega que “la elección se dio de forma bastante natural, en la edición pasada tuvimos un 50%, 60% de proyectos con mujeres al frente sin proponérnoslo, y en esta edición venía pasando algo similar; y dijimos ‘ché, ¿y si la hacemos completa?’. Y ahí completamos los casilleros que faltaban. Quisimos armar una grilla variada en géneros, estilos y públicos, mostrar todo el abanico de música increíble que están haciendo las mujeres así como también tuvimos muralistas, expositoras y feriantes mujeres.”

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Marilina Bertoldi fue la única artista del festival que decidió subir al escenario con su set-solo, acompañada solamente por su guitarra, una loopera y su voz -hoy más valiosa que cualquier otro instrumento-, de la que hizo uso para mencionar los reclamos pertinentes en varias oportunidades. Abiertamente feminista, aprovechó para destacar la importancia del movimiento en este momento particular, para recordar que ese mismo día se cumplían 71 años del voto femenino y que esa había sido una conquista del feminismo y que sí, que estaba enojada. Está enojada igual que lo estamos todas.

¿No lo ves? Se va a caer

Barbi Recanati se presentó por primera vez en un festival grande dentro de Capital Federal con su nuevo proyecto solista. Lo significativo de su presencia enmarcada en este contexto es que la front-woman decidió desarmar hace un año la banda de toda su vida, Utopians, luego de que su amigo y guitarrista, Gustavo Fiocchi, fuera denunciado por acoso sexual. Recanati fue la dueña del escenario principal por más de media hora y no escatimó en palabras para hacer alarde a la sororidad, reclamar por el aborto legal e incluso dejar en claro, en respuesta al canto de las mujeres del público “aborto legal en el hospital”, que lo que queremos es aborto legal tanto en el hospital como en cualquier lugar. “Abrimos las piernas porque nos encanta coger, como a todos los hombres de este mundo, a los que nadie juzga por eso”, finalizó, ante una lluvia de aplausos con puños teñidos de verde levantados en lo alto.

Celsa Mel Gowland nos comenta que, dentro de América Latina, nuestro país cuenta con el índice más bajo de participación femenina en festivales: “Argentina se encuentra al tope de una estadística que marca la desigualdad de género. Mientras en los lugares relevados de América la media de participación de mujeres en estos festivales alcanza el 30%, aquí tal número se reduce a prácticamente un tercio -13%”.

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Teniendo estos datos bastante escabrosos, consideramos incluso más importante la realización y la existencia de un espacio como el Festival Ahora. Mauricio aporta: “Creemos que marcamos un punto desde la exageración, mostramos que se puede hacer un festival con una grilla 100% femenina y un staff mayoritariamente femenino y la verdad es que estuvo buenísimo. Para una mayor equidad, lamentablemente creemos que hace falta inclinar la balanza para el otro lado, hacer este tipo de acciones que son reveladoras y que logran que a futuro haya más pibas colgándose una guitarra por tener más referentes. En el festival hubo mujeres muy distintas al frente y eso es súper valioso para una chica que está dudando si la música es su lugar. Ojalá de acá a veinte, treinta años, veamos el fruto de este momento de lucha y sea más normal.

Levantarnos para tomar el poder

Mavi Díaz, al respecto de la ley, finaliza: “Estamos seguras que se aprobará por unanimidad, ya que es una herramienta necesaria hasta tanto se produzca el cambio cultural que a estas alturas ya ha comenzado de la mano de la fuerza de las mujeres organizadas, y que haga de la igualdad de oportunidades expresivas y sobre todo laborales, una realidad. Contamos con el apoyo de más de 700 músicxs e instituciones”.

 

Celsa, por su parte, cierra diciendo que “la  finalidad de la Ley, que será pionera en el mundo, es la de lograr la inclusión efectiva de la mujer en la actividad musical en vivo, evitando su postergación, derribando prejuicios sobre la generación de ganancias en la industria cultural según sexos, permitiendo la necesaria multiplicidad de miradas y voces, integrando la diversidad y tendiendo a alcanzar la paridad de géneros”.

Basándonos en los comentarios de ambas mujeres y en la jornada del domingo 23, si algo nos quedó en claro es que lo que ya no hay es lugar para los grises. O estás de nuestro lado, o estás en contra. Lo que tenemos por seguro es que no necesitamos de la ayuda ni de la palabra de nadie, porque hoy, por fin, las únicas encargadas de contar nuestras realidades somos nosotras, y quienes tenemos el poder para cambiarlas, también. El futuro no es feminista, el presente lo es, y lo estamos viviendo ahora, más fuerte que nunca.

 

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