“Sube el precio de la guerra y del tomate, baja el precio de la imputabilidad”
por Leandro Navarro
Maradona y la enfermera. Las naves espaciales que llegaban hasta la estratosfera. Un helicóptero y La Rosada. El “Che” de Alberto Korda. La plaza de las Madres. Estas imágenes y muchas más podrían resumir a la perfección, para bien o para mal, la esencia de nuestro gen argentino.
Entre esas capturas se encuentra la que recrearon Federico Gil Solá & Exiliados en la tapa de su nuevo disco, Operación Retorno, reproduciendo la histórica foto que inmortalizó el regreso de Perón en el ‘73.* En este caso, sin embargo, no es el General el que saluda a la multitud, sino que es Gil Solá, mientras Rucci (Damián Ferraris) sostiene el paraguas y Héctor Cámpora (Patricio Ciavarella) junto a Juan Manuel Abal Medina padre (Sebastián Villegas) completan la escena.
Ni el título del disco ni la elección de la foto parecen ser casualidad, así como tampoco el nombre de este nuevo proyecto que lo hizo volver a Federico a los estudios después de once años de ausencia.
El sendero de la vida recorrido por Gil Solá incluye un exilio familiar en los años 70. En los 80, formó parte de Wire Train, una banda post punk de San Francisco. En los 90, se convirtió en el engranaje fundamental que accionó a la aplanadora del rock nacional para que encontrara su columna vertebral, mezcla de rock y folklore, que hace a lo que es hoy Divididos. El retorno a la escena musical aparece, así, como una constante en su vida.
Operación Retorno lo instala nuevamente en el papel de observador ácido de la actualidad, con rasgos humorísticos que aparecen con mucha presencia en lo autorreferencial. Musicalmente, se puede apreciar la veta rockera como excelente punto de partida y que también incorpora matices del folklore argentino, que él siempre supo aprovechar y nosotros apreciar.
Desde la apertura del disco, con «Popestar» como bandera, Gil Sola & Exiliados demuestran que no le tienen miedo al rock setentoso. «Opo Gigio» con su crítica política y social a aquellos trolls que se dedican a insultar impunemente por las redes sociales, «Buscapini» con sus recitados estilo Solari y «Beat the Pain», que podría ser tranquilamente un tema perdido de Sumo, son Mascherano-Astrada-Kranevitter (o inserte aquí los mejores 5 de su equipo) formando un mediocampo imparable en un disco que recién va por la mitad. Casi cerrando el álbum, aparece “A la vera”, un tema de Laura Ros, esposa de Gil Solá, perteneciente al disco Tres, en donde Federico tuvo una participación como invitado.
Mención especial y párrafo aparte para «La necedad (y el paracaídas)”, la perla folklórica perdida de su época con Mollo y Arnedo.
Operación retorno, en síntesis, es un disco con mucha fuerza y una electricidad especial, que combina la conciencia social y política con el humor, sumado a una gama rockera con ritmos folklóricos, que se conectan con el espíritu de su época con la aplanadora; y en donde se destaca con mayor continuidad y presencia la voz de Ferraris.
*N. del A: esta nota la empecé a escribir el 17 de noviembre del 2016, mismo día en que se registró la foto recreada por la banda. ¿Estaba destinado a hacer esta reseña? Creer o reventar.
Facebook: https://www.facebook.com/federicogilsola/
Integrantes: Federico Gil Solá (batería y voz), Sebastián Villegas (bajo), Damián Ferraris (voz y guitarra) y Patricio Ciavarella (guitarra).
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