#1 Abra-Música

Hay música y mucha.

Es decir, hay sucediendo muchísima música por todas partes, en manifestaciones diversas, abordando una amplia gama de figuras, temáticas, géneros e intereses. Hay tanta y sin embargo, a veces, demasiadas veces, nos dejamos atrapar por las preguntas retóricas que el mercado se hace a sí mismo para concluir: nuestra música está en crisis, se acabó la creatividad.

Basta salir de ciertas cómodas cavernas para comprobar que nada se aleja más de la realidad. Es verdad: hay un circuito establecido, fundamentalmente radiofónico y festivalero, que marca la pauta de una incansable y constante repetición de lo mismo. Pero esto, en todo caso, implicaría que lo que está en crisis creativa no es la música o los músicos, sino un tipo de estructura de funcionamiento del sistema que se encarga de dar difusión a la materia sonora. Así y todo, también es verdad que lo que hace tiempo viene gestándose es un nuevo circuito, acompañado de nuevos canales comunicantes, de nuevos espacios.

En esta línea, creemos, lo que importa está lejos de ese pseudo-problema acerca de la caducidad creativa; más bien, tiene que ver con abrir la discusión hacia otros sitios del pensamiento. Esto conlleva: no escapar a la pregunta del mercado, sino saltarla para superarla e ir más allá (o bien, “más acá”, porque de repente es descubrir que lo que creíamos lejano está sonando del otro lado de la calle). De ahí que si hay una escena configurándose, nos interesa la posibilidad de poder pensarla, desde adentro, junto a los actores que la protagonizan.

Y eso nos sorprende haciendo equilibrio sobre una contradicción: la de estar convencidos de que la música, en tanto arte, no necesita ser dicha por algo más que ella misma, y sin embargo pretender decir algo sobre ella. Podríamos preguntarnos por qué, entonces, afrontar esta contradicción, o cómo resolverla. Pero tal vez -y esto haría de dicha empresa algo inconducente- sea justamente la existencia de esta contradicción la que nos mueva a emprender estos textos.

Entendemos que acercándonos a los músicos y a sus obras, para conocerlos y también para pensar juntos sobre lo que nos rodea (y esto es el mercado, son las músicas sonantes, es el contexto político-económico, son las organizaciones de todo tipo, así como los sentidos comunes construidos sobre la música, la cultura y los artistas, entre muchas otras cuestiones) es una forma de aproximarnos al abra, ese espacio de claridad en el que podamos entender mejor de qué se trata el proceso que llevamos -y que nos lleva -hacia horizontes inciertos.

 

Vamos por las tramas


Ilustración de portada: Sebastián Miale

Un comentario Agrega el tuyo

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s