Diseño gráfico, el quinto beatle

El diseño gráfico y la música dialogan desde hace tiempo. ¿Cuál es el lugar que ocupa el mundo del diseño dentro del mundo de la música hoy? Aquí, algunas aproximaciones.

por Darío de Almeida Manso*

Cierren los ojos (no vale parpadear), tomen aire, respiren y díganme en un segundo qué se les viene a la cabeza si les digo: Artaud, del gran Luigi Spinetta.

¡Listo! Tuvieron una excelente sinapsis neuronal y los felicito por eso. Ahora, poniéndome en el lugar de un mago callejero de Florida y Lavalle, puedo adivinar que su mente, desde algún rincón de sus recuerdos, les trajo al menos un color verde anfibio, un cuadrado con puntas deformadas, una fotito del querido Antonin y melodías que ponen la piel de gallina. Curioso, ¿no? Da la casualidad de que la suma de estos recuerdos da como resultado el arte de tapa de esa belleza spinetteana. He aquí, entonces, el momento de presentarles a su quinto beatle: el diseño gráfico.

Sucede que, inevitablemente, solemos anclar la música y los discos que escuchamos con su respectivo arte de tapa. No voy a entrar en el porqué de estos fenómenos, dado que un/a profesional de la psicología podría explicarlo mucho mejor que yo, pero sí les puedo decir que esto forma parte de la creación de una obra única e irrepetible en la sociedad.

En el caso del rock nacional, desde sus comienzos las bandas dejaban el diseño de tapa a amigos o conocidos del mundo artístico. Incluso, en algunos casos, eran sus propios integrantes quienes llevaban a cabo el armado y la diagramación. Con el tiempo, y a partir de la creación en la Argentina de la Carrera de Diseño Gráfico (siendo la Universidad de Cuyo pionera en la materia y Haydée Stritmatter, su primera egresada, en 1966), la industria y las bandas comenzaron a mirar con agrado la participación de estos profesionales en el diseño de sus discos.

Un caso claro y concreto es el de Alejandro Ros (egresado como DG en las primeras camadas de la UBA), quien diseñó discos para artistas reconocidos del medio local, como Luis Alberto Spinetta, Fito Páez, Soda Stereo, Gustavo Cerati y Divididos, entre otros. Ros, sin duda, es un ícono para el diseño de artes de tapa en nuestro país y en el mundo (recomiendo ver la totalidad de sus obras en su sitio web); su retórica, rupturismo y la forma de expresar en imagen lo que un disco pide a gritos, lo hace ser un claro ejemplo de lo que aquí queremos reflejar.

miamitapa

Una de sus obras más famosas es su trabajo para el disco Miami (1999), de Babasónicos. Es muy interesante la retórica que Ros plantea, la similitud morfológica del mapa argentino con su respectivo norteamericano. Con sólo girarlo y encuadrarlo, generó una conexión inmediata con la ciudad que da nombre al disco y nuestra Posadas, y lo más importante de todo es que puso en claro el mensaje que la banda quería plasmar. La elección de la paleta cromática y esa tipografía estilo “Led Las Vegas” terminan de cerrar la crítica política que plantea el contenido del álbum: menemismo, consumismo, imperialismo, capitalismo y el derroche sin sentido que se produjo durante esta época a costa de los que menos tenían. Estas cuestiones no fueron ajenas para Ros, y supo plasmarlo de la mejor manera. El quinto beatle puede ser una potente arma comunicativa si se la sabe manejar con cuidado, y créanme que él es un verdadero “agente de élite” en el diseño gráfico argentino.

Hoy en día, el campo musical está sufriendo una revolución de formatos, y esto afecta también al arte de tapa de los discos. Estamos viendo a aquellos cartones cuadrados de vinilos, cajitas plásticas de casetes y CDs (con sus respectivos libritos), como reliquias o piezas de colección, pero no por ello debemos olvidarnos del diseño en la música. La pregunta, quizá, a resolver en estos tiempos sería: ¿dónde se encuentra parado hoy el mundo del diseño dentro del mundo de la música?

superche

Sin duda, el diseño gráfico genera un enriquecimiento comunicacional y visual. En la actualidad, hay claros ejemplos de renovación o revaloración de los soportes físicos dentro de la industria musical. Uno de ellos es el packaging del disco La naturaleza de las cosas (2013), de la banda nacional Superchería. Este disco (diseñado por Virginia Verstraeten) no se queda con la simpleza histórica de lo “bidimensional” o “normal” en los packs de CD, sino que, formulando un juego de jerarquías gráficas y recorrido volumétrico para el usuario, lo transforma en una pieza rica en diseño y funcionalidad (ni hablar del exquisito agregado de su búho plasmado en una matriz plástica). La pieza gráfica comienza a tomar así otro lugar dentro de la vida del oyente. El/la diseñador/a debe tener esto en cuenta y hacer cada vez más partícipe al diseño en lo cotidiano de las personas. Los diseñadores tenemos que brindar soluciones y adaptarnos constantemente a los cambios que nos presenta la tecnología, ya que se trata de sumar y no de restar.

El quinto beatle siempre será el que termine de darle a un disco su identidad, personalidad y reconocimiento dentro del amplio espectro sonoro. Somos, los diseñadores gráficos, una especie de ayudantes de a bordo: sellamos su pasaporte para volar entre oídos ajenos.


*Diseñador gráfico de Furnarius DGMail: dario@furnariusdg.com

Un comentario Agrega el tuyo

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s